Comenzamos hablando del diseño y la pantalla. el Xiaomi Redmi 10 tiene una trasera relativamente sencilla. No hay grandes florituras más allá del modelo con acabado holográfico y el enorme módulo de la cámara que encontramos en la esquina superior izquierda. El dispositivo pesa 181 gramos, tiene un grosor de 8,92 mm (en la media) y, como aspectos interesantes, conserva el sensor infrarrojos y el jack de auriculares.
Si echamos un vistazo a la pantalla, veremos un panel de 6,5 pulgadas (un poquito más pequeño que la generación anterior) con resolución FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles). Hasta aquí ninguna novedad, salvo por la tasa de refresco, que ahora es de 90 Hz. No es algo nuevo en el mundo de los smartphones, pero sí interesante en terminales de este rango de precios.
La pantalla no se mueve a 90 Hz todo el rato, sino que cuenta con AdaptiveSync. Básicamente, la pantalla es capaz de adaptar su tasa de refresco entre 45, 60 y 90 Hz según el contenido. Eso está pensado para ahorrar batería al no tener la pantalla a pleno rendimiento todo el rato.